-Zaragoza, ciudad sucia-
Zaragoza es una de las ciudades mas antiguas de España, es una ciudad cargada de historia. Sus piedras han visto pasar un gran elenco de culturas y civilizaciones. Iberos y romanos, moros y cristianos, todos ellos dejaron su huella, entre todos hicieron de Zaragoza una ciudad monumental. Una ciudad de un incalculable valor arquitectónico y artístico.
Admirar esos monumentos, poder pasear en familia o en compañía de un grupo de amigos, sentarse en una terraza. Estos momentos de ocio deberían desembocar en el disfrute de la gente. La razón de que esas acciones no constituyan ratos agradables, de gozo, igual que su culpable, es evidente. Zaragoza es una ciudad sucia y el Sr. Belloch no hace nada para evitarlo.
Ejemplo de ello es la plaza del Justicia, en mi opinión una de las bonitas y agradables, presidida por la no menos bella iglesia de San Cayetano. Esta se ha convertido en uno de los lugares con más suciedad por metro cuadrado. Desgraciadamente no es un ejemplo aislado, las de San Felipe, la del Pilar o la del Portillo están en la misma situación.
La ciudad que va camino de organizar la próxima EXPO no se puede permitir el lujo de que sus habitantes y visitantes convivan con pintadas en paredes y portales, con papeleras vacías porque las calles están a rebosar de papeles, colillas o chicles. Excrementos de animales que se han convertido en desagradables compañeros de los viandantes.
El problema se soluciona pateando la ciudad, haciendo propios los problemas de los zaragozanos, con un Alcalde cercano. Y Juan Alberto Belloch no pasea por Zaragoza. Vive aislado en su particular torre de marfil, situada en Villanueva de Gallego. A Belloch no le importa Zaragoza, ni el estado en que sus calles, sus parques o sus gentes se encuentren. Esta en la alcaldía por pura vanagloria, por pura codicia.
El 27 de mayo las reglas de juego que nos dimos los españoles hace ya casi 30 años nos brindan la oportunidad de abrir una página esperanzadora y limpia para nuestra ciudad. ¡No la desperdiciemos! Devolvamos al Ayuntamiento la dignidad perdida. Confiemos en el proyecto "popular", en sus candidatos y en su proyecto, ambicioso y vanguardista.