-Zapatero y Afinsa-
"Caso Afinsa, ahora caso Gestinsa y, a este paso, puede ser casito Sebastián. Bueno, estos son los datos que trae hoy El Mundo, en uno de esos días en que no llega al VIPS. ¿Qué traerá Pedro J.? Bueno, pues mira por donde no era Aznar, era Zapatero. Antes he dicho 40.000 afectados, es que son los 40.000 nuevos inversores de Afinsa que ya podían haberse ahorrado el disgusto. En total hay 350.000 afectados, 40.000 el último año. Y hace un año que podía haber parado esta historia porque ya estaba hecho el asunto, habían hecho la investigación, habían comprobado que la auditora no auditaba y, claro, si la auditoria no audita, el boquete financiero puede ser brutal. ¿Y quién lo paró? A ver, ¿quién lo paró? Miguelito Sebastián. ¿Por qué lo paró? Porque su mano derecha, su hombre de confianza, es el hijo de la gestora. Es que papá, papá dirige Gestinsa y, claro, no vamos a meterle el cuerno a papá. Qué poco quieren a la familia pero como protegen a la suya siempre. Qué colección."
El texto aquí reproducido es lo dicho literalmente por Jiménez Losantos, hoy día 25 a las 7.00 de la mañana.
Con la información que “Fede” nos ha proporcionado esta mañana en La Mañana de Cope podemos deducir que mucha de la gente que hoy ha perdido todo su dinero podría haberlo seguido teniendo a día de hoy.
El por que de que estos señores no lo tengan, el enchufismo. Enchufismo puro y duro. Había que salvar la empresa de “Papa” a toda costa, sin importar ni lo mas mínimo los inversotes, que en su mayoría son pequeños ahorradores, gente que no dispone de grandes fortunas, ni de pequeñas tampoco. Esta gente tiene mucho que agradecer al Sr. Sebastián y también al ZP.
El por que de que estos señores no lo tengan, el enchufismo. Enchufismo puro y duro. Había que salvar la empresa de “Papa” a toda costa, sin importar ni lo mas mínimo los inversotes, que en su mayoría son pequeños ahorradores, gente que no dispone de grandes fortunas, ni de pequeñas tampoco. Esta gente tiene mucho que agradecer al Sr. Sebastián y también al ZP.
Un espectáculo deplorable a la par que ridículo.
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